Como pasa el fuego

Pasaron los años como pasa el fuego
y cayeron los altares,
la palabra fue el orgasmo atravesando la escafandra.
Indómita y resplandeciente puse el juego en juego
me equivoqué y aullé, escupí versos y sangré estrofas,
no estuve lista y tampoco lo estuvieron para mí.
Se fugaron los amores por las rendijas del pudor,
me desarmaron de besos y arruinaron mis excusas,
me nacieron rebeldías alumbradas por certezas,
comprendí que nada antes había sido mejor.
Me arrodillé frente a lo profano y sólo entonces
supe que había estado
a cada paso frente a frente
con lo divino.

Villa Crespo no respira

Villa Crespo no respira
y su apnea es
la ausencia de vos en tu cama
los ríos desprevenidos de deseo
las calles frías de agosto
el páramo incierto que es recordar.


La fotógrafa

a Lula Bauer

Es tu desencanto
y la pasión como sentencia
los duelos del instante
la proporción inversa
que te rige
la sonrisa iluminada
de ochocientos en adelante
tu tristeza relatada
en disparos

el miedo a
desaparecer
detrás del lente
en cuanto alguien
te mire.

Hoy

Hoy te van a condenar
todas las cosas
que antes te salvaron.

El cantante y sus palabras
las guitarras melancólicas
nuestros recuerdos desparramados
en cada estrofa
sin poder escaparnos
de la rima
aunque odie la rima
a vos no te odio.

Hoy vas a llorar por lo bajo
entre la multitud
o eso quisiera yo
vas a rogar que no toque
esa canción
vas a hacer sonar tus
dedos nerviosos
vas a imprimir en el
presente mi ausencia
porque no voy a cantarte al oído.

Hoy voy a beber
todas las horas
voy a dar mi propio
concierto
en donde sí estás
como siempre
esperando una nueva
canción.

De herir

Quise ser el trueno
de tu tormenta
el viento y la lluvia,
quise despeinarte
el anhelo y
tentarte con la cólera
de la intemperie,
soltar tu recelo en la ventolera
confiar en lo obsoleto
de tus barricadas,
desafiar tus silencios
y devastar tu decepción.
Quise luego escampar,
saberte ya invulnerable,
imposible de herir.

Las razones

Ciertos días de la semana
se desacostumbraron a ser
silenciosos y quietos

como un milagro acaecido por piedad

y el milagro trajo los rituales
la fruta el te y tus manos
cuatro ojos con alguna lágrima de paso
las miradas topadoras y apasionadas
las verdades para sordos
el escutinio de la fe
la singularidad de la química
para pocos privilegiados, para todos inexplicable.

Amarme y odiarme en el mismo renglón
en el mismo silencio en el mismo punto de la línea
y por ambas arrancarme la ropa
sé que es insoportable

pero no es justo conjugar
nada de ésto
en pasado

quizás porque
sigan intactas
las razones

para desnudarnos
una y otra vez.

Paraíso

Será así
el paraíso

como tenerte sólo
para mí
sola
todo un día

será como cocinar
pez en el agua
mientras sin ropa y sobre la mesa
besás tu copa de vino
y yo te beso por celotipia
y se nos confunden los
sabores

será como el placer
interminable
el orgasmo ininterrumpido
que no es siempre la explosión
que a veces son los silencios
que me mires transparente
como tus ojos
y llores sin previa advertencia
o rías cantes a mi oído suspires

será como poder  reinventarte
un día después  bajo la ducha
con el agua corriendo
desde los párpados hasta
los pies
como vos con tus
manos ojos labios

Si es así
lo merecemos
por amorodio
por estar acá
todavía
deseándonos
a pesar de todo riesgo
o por ellos.

Rompiente

Me observo en silencio
sólo por respeto
hacia vos
pero también hacia mí

sobre todo
hacia el amor
que tal vez alcanzó ya
la cresta de su ola.

Ahora,
sin el impulso de la
rompiente,
tendremos que bracear
hacia alguna orilla.

No puedo desearte

No puedo desearte
sólo porque existas

necesito otra razón

algo que se explique
algo que nos salve.